"Hasta cuando hacíamos comederos para el ganado, teníamos que ser los mejores"

La máxima de nuestro fundador, Valentín Martínez, es que "debemos cumplir las espectativas del cliente". Valentín lo ha hecho, siempre, durante sus más de 50 años de trayectoria.

Empezó con menos de 15 años amasando cemento de peón y antes de los 20 años ya era más habilidoso y rápido poniendo terrazo que muchos oficiales de primera.

A pesar de su cara de niño y de sus 4 chichas, como dice él, se lo rifaban. Asegura que era tan bueno y tan perfeccionista porque aprendió de los mejores y estos le enseñaron con “rectitud”.

Por ello, no puede ver algo mal acabado “si se puede hacer mejor, se debe hacer mejor”.

VM

"Si se puede hacer mejor, se debe hacer mejor"

Valentín Martínez

Fundador

Esta ha sido su filosofía de trabajo durante casi medio siglo y nunca le ha faltado faena. Se enorgullece al afirmar que confiaban en él porque sabían que no les iba a fallar.

Y este es el legado que ha dejado en su empresa "Valentín Martínez Construcciones". Todos y cada uno de los miembros de este equipo se han impregnado de los valores de Valentín (y de sus historias, que son muchas).

Por supuesto, su hijo César Martínez que hoy dirige la empresa siguiendo esta filosofía.

César creció viendo amasar cemento a su padre y haciendo números a su madre, Maribel, que ayudaba a Valentín en la elaboración de presupuestos.

"No era como ahora, hacíamos las cuentas a la hora de comer porque no tenía más tiempo, pero nunca nos equivocábamos", asegura Valentín.

"Tenemos ADN constructor y eso se nota en los resultados"

César Martínez CEO de Valentín Martínez

"Siguen la filosofía que siempre he llevado yo"

Valentín Martínez

Fundador de la empresa

Valentín ha trabajado en todo tipo de proyectos y siempre ha sabido rodearse de los mejores.

Pero empezó desde abajo como peón, amasando y poniendo ladrillo caravista.

Y poco a poco pasó de la moto a un seiscientos en el que había que meter la máquina de cortar terrazo por la puerta de delante. Hasta que comenzó a realizar obras "llave en mano" en un gran número de negocios y tiendas en Logroño.

Él empezó desde abajo y así enseñó a César también. Por ello, ambos ven el todo y sus partes en una obra. Visualizan, incluso, qué puede ocurrir en el futuro si no se hacen ciertas cosas de manera correcta. De ahí, que siempre remarquen que "tenemos ADN constructor y eso se nota en los resultados.".

VM

Valentín ya está jubilado, pero sigue pendiente de su equipo, los visita en la oficina todos los días.

Está muy satisfecho de ver la evolución de su empresa y tiene muy claro cúal ha sido la clave para crecer de forma sostenida y lograr mantener siempre contentos a los clientes:

“Siguen la filosofía que siempre he llevado yo. Hacer las cosas muy bien y no dejar nunca descontento a ningún cliente”.